“No podemos seguir mirando para otro lado, es un problema de todos. Tenemos la ley y debemos hacer que se cumpla”, afirmó Oscar Castellucci, padre de un joven asesinado por un patovica.
Oscar Castellucci, padre de un joven asesinado por unpatovica y propulsor de la ley nacional que exige regular la actividad de los empleados de seguridad en boliches, reveló que "en el país cada semana un pibe muere o resulta masacrado a golpes en las discotecas", y puntualizó que "en la Ciudad de Buenos Aires se juega con la vida de los chicos, ya que nadie controla el accionar de los violentos que trabajan en los locales nocturnos".
"La problemática de los patovicas toma relevancia nuevamente a partir de un hecho trágico, que tiene como víctima al hijo del futbolista Juan Mercier. Pero pasa todo el tiempo, cada semana tenemos un chico asesinado o molido a golpes en discotecas del país. Esa es la realidad. No podemos seguir mirando para otro lado, es un problema de todos. Tenemos la ley y debemos hacer que se cumpla, para no lamentar más tragedias evitables", sostuvo Castellucci en diálogo con Diario Popular. Presidente de la asociación civil Martín Castellucci, que lleva el nombre de su hijo asesinado en 2006 tras ser golpeado por un patovica del boliche La Casona de Lanús, Oscar comentó que "los propietarios de las discotecas saben aprovechar los huecos jurídicos, entonces ante clausuras presentan recursos en la justicia y siguen funcionando como si nada".
"En la Ciudad de Buenos Aires la situación es un bochorno. Luego de mucho esfuerzo logramos que la ciudad adhiera a la ley nacional 26.370 para regular la actividad de los patovicas, pero la misma gestión decidió desadherirse. Esta administración optó por jugar con la vida de los pibes. Los que hicieron presión para que así fuera, fueron los dueños de los boliches y las autoridades de la ciudad fueron sensibles a ese reclamo. Será mejor que nos preocupemos de sensibilizarlos en otra dirección, que es la de la seguridad de los pibes", dijo Castellucci.
La citada ley genera, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de un registro de empleados de seguridad en discotecas, que deben contar con una licencia expedida por el Estado luego de controles psicológicos y análisis de antecedentes. Además, tienen que realizar un curso sobre Derechos Humanos y otras materias afines. "En la ciudad funcionan más de 200 boliches. Sin contar lugares habilitados para otra cosa donde en realidad hay discotecas. Pero nadie sabe quién cuida a los chicos. Hace algunos años existía un registro con fotografías, pero ni eso queda", explicó Castellucci."No sólo dejaron desactivada la ley nacional, sino que priorizaron el esquema de control privado de la seguridad. Fueron para atrás. Hoy no hay garantía de seguridad mínima para nuestros chicos en los boliches porteños", cerró Castellucci.
FUENTE: (diariopopular:coim:ar)
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